miércoles, 10 de octubre de 2018

La entrevista a Hot Club de Boedo jamás publicada

Hot Club de Boedo en 2011. De izquierda a derecha Julián Pierángeli, Heldo Fonseca, Facundo López Goitía y Waldo Fonseca.
Entrevista de noviembre de 2011 realizada a Hot Club de Boedo por Juan Manuel Castro para el periódico Nuevo Ciclo no publicada hasta ahora y que como curiosidad compartimos con ustedes.

¿Cuál fue su impresión al participar de La Noche de los Museos?
La impresión es ambigua, porque significa para nosotros el siempre esperado y placentero reencuentro con Nazareno Anconetani, Director del Museo Anconetani del Acordeón, con toda su familia y con el público que tan calidamente nos recibe. También sentimos que fuimos a trabajar gratuitamente, movidos indudablemente por nuestro compromiso con la cultura, donde técnicos, asistentes, organizadores, etc. fueron remunerados. A pesar de eso creemos firmemente que nuestra cultura no puede quedar en manos de gente, que a todas luces, la desconoce.
¿Cómo consideran esta iniciativa desde el punto de vista de difusión de los grupos?
Si bien la difusión es siempre beneficiosa, en este caso en particular, es más amplia la que recibe la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que la que reciben los grupos participantes, que, además de escasa pretende ser una retribución suficiente para profesionales de nuestra música.
¿Sienten que en el último tiempo ha habido un resurgimiento del jazz en la ciudad de Buenos Aires?
Es posible, lo que ocurre es que existen muchos subgéneros. En nuestro caso en particular, nuestra última participación, en el BA Jazz y otras Músicas 2004, tuvo una excelente repercusión en el público, sin embargo los nuevos organizadores rechazan sistemáticamente nuestra propuesta aduciendo que “no damos el perfil buscado”, siendo el jazz que cultivamos de una fuerte raigambre en nuestra sociedad y dando cabida a otros subgéneros o a manifestaciones decididamente extrajazzísticas, por otra parte no podemos dejar de reconocer el impacto que ha tenido nuestra propuesta musical en el ámbito ligado al tango, ya que luego de más de cincuenta años somos el primer grupo de Jazz que ha logrado la reinserción en ese circuito que ha conocido de primera mano a Oscar Alemán y su música de manera que es muy reconfortante poder interpretar nuestra música para gente que no es de ningún modo ajena a esta manifestación cultural.
¿Existe un circuito de espacios culturales o es un tema pendiente?
Sin lugar a dudas existe, Buenos Aires es una de las más importantes ciudades del mundo y sería muy extraño que no lo tuviera, el tema pendiente es poder acceder a ese circuito como un trabajador de la música.
Realizan diversas actividades con el fin de difundir el género, ¿Cómo ven la aceptación en los músicos más jóvenes?
La aceptación mejor no puede ser, no solo de jóvenes músicos inclinados al jazz, si no también de músicos provenientes de otros géneros, quienes se interesan en los talleres de Jazz e improvisación, que llevamos a cabo, orientados a su formación y desarrollo.
Luego de más de diez años de tocar, ¿Se sienten referentes del género a nivel local?
La formación de Hot Club de Boedo no es casual y tiene profundas raíces. En mi caso, fui discípulo y guitarrista durante más de ocho años de uno de los referentes del jazz de cuerdas a nivel mundial, el Mo. Eduardo “Zurdo” Ravera, discípulo, a su vez, de Oscar Alemán y quien continuó con su legado, también es recordado por su brillante desempeño como solista del Quinteto de Hernán Oliva y más tarde de su propio grupo del cual tuvimos el enorme placer y responsabilidad de compartir junto a mi hermano Heldo y otros distinguidos colegas, que hoy aún nos asisten. Durante la existencia del grupo reivindicamos permanentemente a la figura de Oscar Alemán. Luego de la muerte de Eduardo Ravera, seguimos trabajando con inmensa gratitud manteniendo nuestra presencia en el ámbito jazzístico y viva esta particular estética, lo que al cabo de algún tiempo, dio origen a este proyecto denominado Hot Club de Boedo.
Si te decimos que no nos sentimos referentes, estaríamos faltando a la verdad, ya que cumplimos más de once años de actividad constante e intensa y sería muy injusto no sólo con mis músicos, sino también con la gente que cree y ha colaborado en este proyecto tales como el prominente conferencista Mario Toscano Pouchan, fundador del Hot Club de Buenos Aires y el poseedor de la mayor colección de Jazz de Hispano América, el Ing. Eduardo Bernal de La Junta de Estudios Históricos del Barrio de Boedo, la Dra. Inés Rodríguez Jurado, los comentaristas de Jazz José María Bover, Prof. Osvaldo Venera y Roberto Zaballa de Hot Club de Lanús, los investigadores de la vida de Oscar Alemán, Román Romano y Hans Koert, y el Dr. Roberto Kertész y el Prof. Jorge Muchnik de Instituto del Jazz de la Universidad de Flores, entre muchos otros.
¿Cómo han sido los cambios en el grupo?
No ha habido cambios fundamentales ya que la dirección, aún antes de la formación de este proyecto, ha sido acertada y los integrantes de Hot Club de Boedo han cumplido acabadamente su función y han sabido interpretar el espíritu del mismo.
¿Cómo descubrió cada uno de sus integrantes el placer por el jazz?
En mi caso en particular como dije anteriormente por la cercanía con ese gigante que fue el “Zurdo” Ravera, en el caso de mi hermano, quizá de forma lúdica, ya que comenzó su carrera siendo un niño, y en cuanto a los demás integrantes al igual que nosotros buscando manifestarse por medio de la música.
¿Qué significa haber sido distinguidos por la Junta de Estudios Históricos de Boedo?
Una enorme felicidad ya que tal distinción nos fue otorgada por gente que trabaja duro y muy seriamente, nos honra permanentemente con su amistad sin dobleces y nos ha prestado cada vez que lo necesitamos su valiosísima colaboración.
¿Qué es lo que más disfrutan de Boedo?
Boedo es para nosotros una fuente de inspiración, ya que no hacemos música mirando hacia afuera sino paseando por sus calles, conociendo su historia y fundamentalmente escuchando y aprendiendo de la interrelación con nuestros mayores y también de la gente más joven que muchas veces tienen una mirada de la realidad que vale la pena tener en cuenta.
¿Consideran que es un barrio con mucha actividad cultural?
Es mucho menor a la que debería haber, desde la edición 2004 de la Semana de Boedo, previo a la creación de la Red de Cultura de Boedo, hemos prestado colaboración con el Barrio, sin condiciones hasta el año 2008 en el cual a partir de una diferencia con uno de los integrantes de la Red Cultural de Boedo quedamos fuera de la programación, eso sin tener en cuenta la total indiferencia del Centro de Gestión y Participación en respuesta a nuestras propuestas en estos últimos años.
¿Qué sienten de participar de la difusión del jazz mediante un ciclo radial?
Es un honor para nosotros poder participar de un programa radial de la jerarquía de “Los Grandes del Jazz” que conduce el amigo José María Mansilla, dicho programa lleva muchos años en el aire con una muy buena respuesta de parte de los oyentes, en el mismo se puede escuchar el microprograma “El momento de Oscar Alemán” próximo a cumplir sus primeras 150 ediciones.
¿Cómo cierran este año y qué planes a futuro tiene Hot Club de Boedo?
Con presentaciones en Boedo Tango con Oscar Héctor Malagrino, en Casa Balear con un Show de Tango y Jazz con la Sra. María Rosa Silva, en la Asociación de Fomento y Biblioteca Popular General Alvear, celebrando su aniversario con un Show de Tango y Jazz y la participación de los Amigos del Acordeón y en el II Festival Nacional e Internacional de Tango del Barrio de Mataderos “Sentimiento Tanguero” que organizan Silvina Paulela y Carlo Ferrone. En cuanto a planes futuros seguir trabajando como siempre, formando músicos y alentando a los colegas comprometidos seriamente con nuestra cultura a reclamar el lugar que le corresponde y dejar algo positivo a las futuras generaciones.

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